La persona que me hizo este encargo, una amiga muy cercana, me dijo que en su casa estaban acostumbrados a monas de pascua muy espectaculares y que por tanto, la que me pedía también tenía que serlo. Al niño al que se le regalaría le gusta el personaje de Spiderman, así que la temática estaba clara.
El pastel tenía que ser para sólo diez personas con lo que no podía ser demasiado grande. La espectacularidad tendría que venir por la bandeja utilizada y los adornos de la tarta en sí. Para la bandeja utilicé cartulina negra y esos edificios hechos en porexpan, pintados de negro y cubiertos con purpurina plateada. Delante aparece este Spiderman hecho sobre cartón gris que parece deslizarse con facilidad de un rascacielos a otro.
El bizcocho era toda una sorpresa. Aún no había puesto en ningún pastel esta pasta tan especial: aroma de chicle. Sobre el bizcocho buttermilk añadí unas 3 cucharadas de crema de chicle y un poco de colorante rojo. Entre cada una de las capas había ganache de chocolate negro. Todo estaba cubierto de fondant azul y adornado con esas telarañas grises de glasa real. Los edificios eran de pasta para modelar y, hechos con tiempo, quedaron muy duros.
Para la máscara utilicé pasta para modelar roja y la cubrí también con telarañas de glasa. El conjunto hacía efecto verlo. Lo que desconozco es como quedó el aroma de chicle en el pastel. Tendré que esperar a que me lo comente la persona que me hizo el encargo.
