Pastel bomberos

Estos últimos días estoy dejando bastante a un lado la imaginación para ceñirme a las indicaciones que me dan amigos y familiares para sus pasteles. En el caso que hoy os traigo, Mireia me pedía un pastel para unas 30 personas que fuera un camión de bomberos, conducido por un ratón y una bicicleta en la parte posterior. Por lo visto, el protagonista de la fiesta es bombero y le gustan todo tipo de deportes, entre ellos, la bicicleta. Así es como quedó. 

De hecho en esta primera fotografía sólo se aprecia la parte falsa del camión, la que no se come. En la parte superior, el ratón. Le estoy cogiendo el gusto a ésto de modelar figuras y darles volúmen con colorantes en polvo. Lo teneis aquí con más detalle. 

La parte posterior del camión es la que se come. El pastel era un superbizcocho de chocolate, mojado en almíbar de vainilla, crema de fresa y ganache de chocolate negro que lo cubría todo. Y de pesar, pesaba lo suyo.

Al final hice aparecer la bicicleta como si estuviera cargada en el camión de bomberos. Supongo que Arnau se debió ver reflejado con tanto detalle. 

25 años no se cumplen todos los días y es obligatorio hacerlo con un pastel como éste: grande y vistoso. ¡¡¡Muchas felicidades, Arnau!!!

Cupcakes senyera

Me gusta trabajar bajo presión. Pero que te llame un compañero de trabajo para que le hagas unos cupcakes para celebrar el santo de su padre mientras estas montando una mesa dulce de los pitufos, otra mesa dulce para una boda-bautizo, un pastel de princesas (con corona y cojín incluidos) y un pastel infantil con un pajarito en su jaula, es como para perder los nervios. Suerte que todo este trabajo lo acompaño con buena música y mucha paciencia. Parece que así pasa mejor. En este caso, David me pedía unos cupcakes de estilo catalán. A partir de ahí, libertad total. La bandeja quedó así. 

Sobre esta bandeja blanca, puse la imagen de la "Senyera" y unos "wrappers" hechos expresamente para este postre. Quedaba muy limpio con la combinación de blanco, rojo y amarillo. En cuanto a los gustos, había tres clases diferentes. Estos son los de turrón... 

Aquí los de chocolate...

Y por último los de naranja.

Cada uno de los cartelitos clavados en los cupcakes indicaban el gusto del postre en cuestión. El bizcocho estaba acabado de hacer con lo cual debió quedar muy tierno y jugoso. 

Cada vez más pienso que se pueden hacer dos tipos de cupcakes: los que resultan cómodos de comer, que no empachan y te dejan con ganas de provar otro sabor, y los cupcakes sofisticados, con decoraciones extraordinarias, pero que se vuelven imposibles de manejar, llenan demasiado y defraudan al haber entrado por la vista pero no haber convencido el estómago. A veces se hace difícil encontrar un término medio per ahí estamos. Éstos que os enseño hoy son fáciles de comer, prácticos, no empachan y (espero) dan ganas de limpiar la bandeja. 

Pues aquí teneis este detalle con el que David quedó como un señor. Pero otro día llama antes, hombre, si no quieres que se me mezcle todo y te haga unos cupcakes de pitufos. 

Pastel gallinas

De vez en cuando me llega alguna petición rara, extraña, imposible. Aprovechando la confianza, amigos y familiares se inspiran y me piden algún pastel que no sé por donde atacarlo. Esto es lo que me pasó hace unas semanas con el proyecto que hoy os traigo. De hecho, el proyecto lo pensó la persona que me hacía el encargo. Quería un pastel pequeño de chocolate y turrón adornado con una gallinas vestidas del Barça. Además, los huevos con los que hacía el pastel tenían que ser de las gallinas retratadas. Pues eso. 

Para hacer las gallinas, preferí no enganchar capas de fondant sobre el pastel sino hacer unas galletas de mantequilla decoradas con glasa. El cortante me lo hice yo mismo. Y al lado quise hacer esta especie de gallinero con techo de paja. Otra de las indicaciones que me dieron es que querían el número 50 hecho en chocolate negro y que se aguantara sobre el pastel. 

El bizcocho era el ya típico "buttermilk" de chocolate, mojado en almíbar de vainilla, y una gruesa capa de "buttercream" de crema de turrón. No estaba bueno, no; me hubiera hecho daño comerme toda la crema que sobró. Estaba buenísima. Después lo cubrí todo con ganache de chocolate negro que le dá ese aspecto tan liso y uniforme. Y por encima, el fondant blanco. 

Aquí las veis con la bufanda del Barça. Casi casi como si estuvieran a punto de ir al Camp Nou a ver un partido. 

 Por úlimo, el pastel listo para ser entregado. A destacar también que un servidor llegó a la casa donde se celebraba la fiesta justo en el momento en el que tocaba comer el postre. ¡¡¡Ya os podeis imaginar la acogida que me dieron!!! Y yo con mi pastelito... y mis gallinas.

Pastel osito

Llegamos con otro encargo al blog de BarretoCAKES. En esta ocasión, una persona que ya me había pedido un par de pasteles me comentó que le gustaría que le hiciera un pastel para un niño llamado Sandro. De hecho, me dejaron hasta la fotografía-modelo para que me sirviera de inspiración. El pastel acabó quedando así. 

En primer lugar me dispuse a preparar la figura del oso y los dados con los que juega. Para ello, mezclé fodant con un poco de colorante marrón y CMC para que endureciera. Después de unas horas pasé a darle más volumen y "maquillar" la figura. Lo hice con colorante en polvo marrón chocolate, blanco y rojo. El resultado es este osito que veis. En el caso de los dados hice lo mismo. No me limité a dejarlos con la forma cuadrada y punto sinó que les dí más volumen con el marrón en polvo.

Aquí lo veis con más detalle. Los dados me sirvieron para poner en glasa real el nombre del protagonista de la fiesta.

Los tres pisos combinaban los tres colores principales del pastel: blanco, azul y marrón. Se trataba de un bizcocho de chocolate, mojado en almíbar de vainilla, "buttercream" de naranja y ganache de chocolate negro. Ultimamente me da pena tapar el pastel con fondant. Y es que una vez le he aplicado el ganache de chocolate negro, el pastel queda tan liso y regular que casi que podríamos acabar ahí.

Los "cupcakes" de la base sirven de adorno aunque, por supuesto, también se comen. Están hechos con la misma combinación de gustos que el pastel y adornados con estos otros dados. 

Pues aquí teneis un nuevo pastel infantil para el catálogo de BarretoCAKES. Sencillo y elegante. 

Camiseta barça

Había hecho ya unos cuantos pasteles cuyo tema central era el futbol y el club "blau-grana". Pero en esta ocasión no me pedían la reproducción de todo un campo de futbol sino una camiseta. Con su número 18 y el nombre del homenajeado. Así es como quedó. 

Se trataba de un bizcocho "buttermilk" de chocolate, mojado en almíbar de vainilla, "buttercream" de naranja y ganache de chocolate negro. Además, se lo llevaron recién acabado, por lo que estaría más que tierno. La decoración está hecha toda en fondant. 

Y para darle un acabado más profesional, le apliqué un poco de spray abrillantador. Supongo que Ferran, que ya había recibido otros pasteles de BarretoCAKES como el de Nueva York, quedó contento con este regalo tan personalizado.

Pastel Real Madrid

Una amiga que ya me ha hecho unos cuantos encargos en este tiempo que llevo centrado en el diseño con azúcar me pidió hacer unas semanas un pequeño pastel cuya temática debía ser el Real Madrid. Así que pensé en hacer una reproducción del escudo de este club y colocarlo justo encima del pastel. Así quedó. 

El pastel era totalmente de chocolate, empezando por el bizcocho y acabando por la "buttercream". Y aquí teneis el escudo del Real Madrid hecho con fondant y pintado con ciertos toques dorados, aunque en la fotografía no se aprecie.

 Lleva un buen rato hacer un escudo como éste con azúcar, aunque pueda parecer lo contrario.

Los cupcakes a juego con el pastel eran también pequeñas bombas de chocolate. Y tiernos tiernos...

Y aquí está el pastel a punto de ser entregado. Un pequeño pastel que esperemos que gustara a todos los asistentes al evento.

Pastel ultraligero

El título de la entrada de hoy puede llevar a equívoco. Más de uno/a se pensará que hoy os traigo la receta de un bizcocho esponjoso y jugoso. Pues no. El pastel de hoy es ultraligero porqué un "ultraligero" es lo que aparece en la parte superior. Sí sí; uno de esos aparatos que podemos contemplar los fines de semana sobrevolando nuestras casas y cuyo conductor nos dá una envidia tremenda, por lo menos a mí. Claro que luego pienso en el vértigo que debes tener desde esa altura y se me quitan las ganas. Pues eso, aquí tienes el pastel en cuestión. 

Es un pastel de vértigo. En él quise recrear el campanario más alto de Cataluña, el campanario de la Iglesia de Sant Joan de Valls. El dibujo está hecho con glasa real gris y con una boquilla del número 2. En la fotografía no se aprecia pero la parte del dibujo que representa fachada o construcción está acabada con el brillo que proporciona el pipin gel. Es como si la iglesia estuviera representada en el pastel a través de un esmate o una vidriera en blanco y negro. 

En la parte superior aparecen estas dos nuves, hechas con fondant mezclado con CMC. Me sirvieron para ocultar el punto en el que se apoyaba el ultraligero. 

Y aquí teneis el ultraligero en cuestión; sobrevolando el cielo de Valls, como suele hacer el protagonista del aniversario tantos fines de semana. El aparato está hecho con porexpan, cartulinas y maderas. Es toda una manualidad que se escapa de lo culinario pero que complementa perfectamente el conjunto. Los colores del ultraligero siguen la tónica del pastel: blanco, plateado y negro.

En el piso inferior quise poner el nombre con el que se conoce al homenajeado por parte de sus compañeros: "Sánchez". Está hecho con fondant negro y para que destacara de las barras, le apliqué una mezcla de purpurina gris y alcohol. 

En su interior, el pastel era bizcocho de chocolate negro, con "buttercream" de naranja y ganache de chocolate negro. Tuve ocasión de ver el desayuno que estaban tomando los integrantes de este club de aviación y, desde luego, no sé si les quedó un poco de espacio para el pastel. 

Los cupcakes que adornan la base siguen la misma combinación de gustos y colores que el pastel. 

Un pastel de tres pisos ya el alto de "per se". Pero si encima le colocamos este enorme aparato, la estabilidad se vuelve aún más complicada. Y así es como en el momento de colocar el pastel en la sala donde estaban todos los invitados, el pastel casi se va al suelo. Un sofocón de última hora del que me acordaré en el futuro. Y encima con público... 

Cambio de estilo en este nuevo pastel de BarretoCAKES con unos colores limpios, sencillos y una técnica que volveremos a utilizar muy pronto. Todo un placer hacer un pastel así.