Sergi quería celebrar su cumpleaños rodeado de amigos y familia en una masía catalana. Quería sorprenderlos con un pastel diferente, que reprodujera el paisaje que todos ellos se iban a encontrar. Así que pensamos hacer una maqueta de la masía y esconder el pastel en su interior. Así quedó.
Antes de ver la casa en fotografías pensaba que se trataría de una masia con una estructura sencilla y que esconder el pastel en su interior no tendría ninguna complicación. Pero en realidad se trataba de varias casas juntas, con un gran pared de roca al lado, huertos y jardines en la parte inferior y una magnífica piscina con terraza y sombrillas. Entonces ví más factible esconder el pastel bajo la piscina. ¿Quién iba a pensar que estaría allí?
El pastel estaba decorado con fondant pintado con aerógrafo. Rocas, hierba y amapolas eran los únicos elementos que le daban color. Por dentro encontramos bizcocho de chocolate, crema de fresa y ganache de chocolate negro.
Otra vez más volví a juntar dos de mis aficiones: la pastelería con las manualidades. Hice servir varias técnicas belenísticas para darle un aire antiguo y rústico al conjunto.
También había que tener claro que no deja de tratarse de la bandeja de un pastel y que como toda bandeja, una vez acabada la fiesta lo más probable es que vaya a la basura. Con lo cual, debían utilizarse manteriales económicos y trabajarlos rápidamente. Se trata de porexpan, cartulina, pintura acrílica...
Así es cómo celebró su cumpleaños Sergi. Espero que el pastel contribuyera a hacer que la fiesta fuera mucho más grande.
