Hoy nos decantamos por la elegancia y los colores nada estridentes. Con sólo blanco y marrón claro hice este pastel que hoy os enseño y que serviría como punto y final a una gran cena en el Hotel Palas de la Pineda. Y es que 50 años no se cumplen cada día.
El pastel era para unas 30 personas así que tenía que ser grande y alto. En la parte inferior encontramos fondant blanco de fondo y glasa real beig dando forma a esta lámpara antigua y estas cuerdas. En la segunda planta, sobre fondo beig, una cenefa en glasa real blanca. Y en la tercera planta, puse esta superficie acolchada, con puntos en glasa beig y unas flores a juego. También en esta ocasión rematé el conjunto dándole brillo con el abrillantador para figuras de chocolate y azúcar.
Para rematar la base quise poner estos seis cupcakes de chocolate, con confitura de fresa y "buttercream" de chocolate puro Valor.
En cuanto al bizcocho, eran dos "buttermilk" de vainilla, almíbar de vainilla, confitura de albaricoque y ganache muy fina de chocolate negro.
Espero que le gustara a la protagonista de la fiesta y que el pastel estuviera a la altura de las espectativas de la persona que me hizo el encargo. Ahhh y otra cosa; ¡¡¡hay que ver lo bien que quedan las fotografías con luz natural y no con la luz de la medianoche, momento en el que acabo la mayoría de mis pasteles!!!
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