María quería celebrar el primer cumpleaños de su hijo con un pastel de varios pisos y que tuviera mucho color. Así que tirando de los colores del arco iris, así quedó.
Hice cada piso de un color diferente utilizando diferentes técnicas manuales y coloqué conguitos en cada uno de ellos. La única decoración que le puse a cada piso fueron estas estrellas brillantes.
Por dentro se trataba de un "rainbow cake" con crema de fresa entre las capas y ganache de chocolate negro cubriéndolo todo.
El conjunto quedó muy llamativo y espero que el protagonista de la fiesta quedara contento.
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