Este pasado fin de semana pensaba que sería tranquilo. Después de entregar el pastel de Valls nevado, no había ningún encargo hasta el dia 21 de diciembre. Pero no se sabe cómo, la cosa cambia en un instante y te tienes que poner las pilas como si siempre estuvieras con el horno encendido y amasando fondant. Resulta que una compañera del trabajo tiene una hija que ayer domingo cumplía 15 años. Le querían montar una fiesta más especial de lo normal y me hizo el encargo del pastel. Éste tenía que ser en tonos rosas, con flores y con gusto a fresa. El resultado fue éste.
En la fiesta serían unas 13 personas así que hice tres pisos. Los dos plantas inferiores son falsas y la de arriba, real. Está hecho con la técnica del "rainbow cake" desde fucsia a color blanco pasando por todo el degradado. La lástima es que esa foto no os la puedo enseñar casi nunca, a no ser que la persona que organiza la fiesta me la envie después.
La parte superior estaba coronada con esta forma hecha con pastillaje y perlas enganchadas con glasa real. Las flores y mariposas están hechas con pasta para modelar.
Me pareció que estos números de un color fucsia llamativo resultarían vistosos y destacarían lo más importante de la fiesta: los 15 años objeto de la celebración.
Y por último, los cupcakes. Estaban rellenos de mermelada de fresa y con buttercream de fresa encima. Hice dos modelos diferentes, muy sencillos, para no confundir el conjunto.
Con este pastel cambio totalmente de estilo respecto al último, que llevaba tantos colores y formas hechas con fondant. Todo es posible en pastelería, sólo falta que ese día te llegue la inspiración. El próximo pastel llega en breve. Será el próximo viernes y en él, tengo que desafiar la fuerza de la gravedad. ¿Lo conseguiremos?
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