Un día más os traigo fotografías de uno de mis últimos pasteles. Se celebraba el bautizo de un bebé de tan sólo un año de edad y la familia quería un pastel especial cuyo motivo principal fuera el personaje de Winnie the Pooh. Unos días antes de entregar el pastel me puse a hacer flores de glasa real, pintar montañas, modelar abejas y mariposas y a dar forma al personaje en cuestión. Así es como quedó.
Ya veis que en muy poco espacio puse un montón de cosas y sobre todo, muchos colores. Si tenía que ser para un niño de un año lo mejor era ponerle muchos colores que le llamaran la atención. El peso de la decoración estaba en la parte inferior. El pastel parecía flotar encima de un montón de nuves. A partir de ahí, la hierva con sus flores, sus insectos y esa vista de las montañas a lo lejos. También en este piso estaba Winnie sentado junto a un tarro de miel, un tarro que está llamando la atención de todas las abejas de las cercanías. Estaban enganchadas con unos alambres y al mover el pastel, las abejas tenían cierto movimiento. El piso superior tiene sólo la capa de fondant violeta y las mariposas enganchadas con glasa.
El pastel era un bizcocho "buttermilk" de chocolate, super esponjoso. Estoy muy contento con la nueva fórmula que utilizo. La batidora hace casi todo el trabajo y así me quedan fuerzas para la decoración posterior. Entre capa y capa hice una crema de mantequilla con un toque de vainilla. Me dieron total libertad en cuanto a gustos así ahora sólo espero haber acertado.
Otra vista de los detalles del pastel.
Y así es como quedó envuelto listo para ser entregado. Supongo que cuando lo llevaran a la mesa alguien pensaría que se trataba más bien de un pastel de "chuches". Pero no. Como siempre, todo se come.
Volvemos en un par de días con más pasteles. En breve os enseñaré el encargo que me ha hecho una familia Real. Y no es broma no.
