dissabte, 13 d’abril del 2013

Mi primera maqueta-maqueta

En otros escritos habeis podido comprobar que me gusta mucho complementar el pastel, cupcake o galleta con un envoltorio adecuado. En el caso de las tartas, me parece aburrido dejar la bandeja plana y sin ningún tipo de decoración, si es que el conjunto lo requiere. Os he enseñado edificios de Nueva York, el Camp Nou, la fiesta de Pocoyo... todo hecho en porexpan. Pues en esta ocasión el encargo, a parte del pastel correspondiente, incluía la maqueta de una casa. Estoy acostumbrado a trabajar con porexpan pero con material para maquetas, pues no. Pensé que era buen momento para descubrir algo nuevo y me puse a investigar. Al final descubrí que en la tienda de delante de mi trabajo vendían el material necesario para hacer estas construcciones: cartón gris, cutter, cola blanca, escuadras, cartulinas... Así que primero hice el pastel con el logo de la empresa de la persona que cumplía los 50 años.

No podía hacer un pastel demasiado recargado si tenía que acompañar una super-construcción a su lado. Por eso, cubrí el bizcocho "buttermilk" de vainilla con ganache de chocolate y a su vez con fondant blanco PME. Le puse una cinta de raso negra, a juego con las bandejas que lo soportaban y, com si de una galleta se tratara, decoré la parte superior con el logo de la empresa hecha con glasa real roja.


Parece soso, ¿verdad? Y, ¿ahora?


Esta casa y el logo en rojo son los signos de identidad de la empresa y la persona que me hizo el encargo quería que aparecieran por algún lado. Al final creo que conseguí que estuvieran bien presentes. Para la realización de la casa estuve un par de tardes. El acabado no era perfecto. Supongo que en futuras construcciones iré consiguiendo, entre otras cosas, unos cantos más rectos. Lo mejor de todo es que queda un buen recuerdo para la persona homenajeada. Aquí teneis más fotografías de la maqueta.




Os decía antes que seguí una receta de "buttermilk". Es la receta del blog de Tartacadabra de la que mucha gente habla positivamente. Estaba harto de tener que controlar presiones atmosféricas, humedades del ambiente... y sufrir hasta el último momento por si el pastel no sube y queda duro. Lo intenté y salió perfecto. Un bizcocho super jugoso, esponjoso y que subió el doble de la masa que había entrado en el horno. Perfecto. También hay que decir que seguí la técnica del "Rainbow cake" y tinté de color azul y grana cada una de las capas del bizcocho. El cumpleañero es muy del Barça. Así es como quedó listo para entregar.

Y aquí listo para ser entregado junto a la casa.


























Nos vemos en breve con otras muchas cosas diferentes. No os puedo decir cuáles para no desvelar sorpresas entre amigos y conocidos. ¡¡¡Esto es un no parar!!!

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