dimarts, 2 d’abril del 2013

Conejo de pascua

Llegó por fin el momento de enseñaros las fotografías de las diferentes monas que hemos ido haciendo para esta pasada Semana Santa. Pero claro... las iremos enseñando poco a poco para que no quede nadie empachado con tanto bizcocho, fondant y porexpan. 

La "mona" es el postre en forma de pastel que le regala el padrino a su ahijado el lunes de pascua. Es una tradición que se sigue en la zona de Aragón, Cataluña... Lo que empezó siendo un rosco adornado con huevos duros se ha ido convirtiendo con el tiempo en figuras de chocolate con los personajes de los dibujos animados de la televisión o construcciones imposibles hechas también de chocolate. El resultado es un pastel espectacular, adornado con plumas de colores y pollitos amarillos por todos los lados. 

En BarretoCAKES quisimos hacer un par de conejos de pascua para ser regalados a dos niñas pequeñas. Aquí están. 


Decidí preparar la base con cartulina verde, cubierta con esa hierba artificial que encontré en una tienda de jardinería y decoración. Encima coloqué los huevos de chocolate, las plumas de colores y los pollitos, imprescindibles en cualquier mona. 

 Aquí se aprecia un detalle de la cara de nuestro conejo de pascua. El pastel estaba hecho con dos bizcochos, uno más grande que el otro. Con el pequeño hice la cara del conejo y con el grande el cuerpo. El bizcocho que utilicé es un buttermilk de vainilla. La verdad es que es una lástima que no os pueda enseñar el interior porque ambos pasteles estaban hechos con la técnica del "rainbow cake". Uno tenía todos los colores del arco iris y el otro, hacía un degradado del violeta al blanco. Seguro que fue una sorpresa añadida a la hora de cortar el pastel. 


El bizcocho estaba cubierto con ganache de chocolate negro y con fondant blanco, el mismo material con el que hice ojos, patitas y cola. Las orejas son de pasta para modelar y quedaron duras como piedras.  La flor lila también es de pasta para modelar.


Pues aquí teneis la primera de las monas que hemos realizado esta Semana Santa. Mención  a parte merece el tema del tiempo, de la situación meteorológica, que, aunque parezca mentira, tiene mucha incidencia en la realización de pasteles. Como viene siendo habitual, para Semana Santa, llueve. La humedad ambiental sube a niveles alarmantes y eso hace que el fondant resude, que se estropee la glasa real y que los bizcochos no suban en el horno. Os podeis imaginar lo bien que lo pasé teniendo que preparar ocho monas con esas circunstancias. Al final, salieron... pero lo que tuve que currármelo no lo sabe nadie. jejje. 

Nos vemos muy pronto.


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