Dolors, una compañera de trabajo, quería organizar una fiesta sorpresa para su hija Júlia que llegaba a la mayoría de edad. Tenía muy claro que el pastel debía ser en tonos rosas y resultar muy elegante. Así quedó.
El pastel era para unas 15 personas pero quise hacer un conjunto muy grande y vistoso. Todo está hecho en color rosa, con algunos toques en beige. Los elementos decorativos más destacados son estas grandes flores hechas expresamente para la ocasión. La mariposa también aporta su nota elegante.
Por dentro encontrábamos bizcocho de chocolate, con crema de fresa entre las capas y ganache de chocolate negro cubriéndolo todo. La crema de fresa, como no podía ser de otra manera, también era de color rosa.
En la parte superior del pastel coloqué nuves de azúcar de color rosa, cosa que convertía el pastel en una especie de mesa dulce de la que todos disfrutaron.
Júlia quedó totalmente sorprendida al ver el pastel y no pudo evitar que le saltara alguna lágrima al ver lo que su familia había preparado para celebrar su cumpleaños.
Desde aquí sólo queda sumarnos a las felicitaciones por estos magníficos 18 años.
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