Tenía ya muchas ganas de publicar este escrito. Entre otras cosas, porque querría decir que el pastel estaría ya hecho, entregado y seguramente, consumido. Y por fin ayer domingo entregué el primer encargo que me hicieron, allá hacia el mes de agosto. Nil cumplia 3 años y sus padres querían obsequiarle con dos cosas: una reproducción de los "gegants de Valls" en yeso, y un pastel diferente y original que pusiera un buen punto y final a la fiesta. El resultado, después de una semana de preparación, fue éste.
Estuve dudanto hasta el último momento sobre el diseño del pastel. La tarta tenía que ser infantil, con muchos colores y tal, pero también quería que llamara la atención de los mayores. Es como las películas infantiles de Pixar, Disney... que van destinadas al público infantil pero que también tienes que divertir a los pades. Solución: aplicar un montón de cosas nuevas que no había hecho hasta ahora. Así que como si de un cuadro se tratara, me puse a pintar, dar forma, y texturizar todo el pastel.
Los dos pisos inferiores eran de mentira. Estaban decorados con fondant, colorantes, glasa real... pero todo comestible menos el interior que era de porexpan. Me facilitaba el poder decorarlos con tranquilidad dias antes y dar más volumen y espectacularidad al conjunto. Y a cada lado del pastel, "els gegants de Valls" que había hecho con yeso y porexpan hacía ya unas semanas.
En ésta foto aún no estaba colocado el piso de arriba. Prefería hacerlo en casa del cumpleañero por si la carretera me jugaba una mala pasada.
En el pastel aparecen "l'església de Sant Joan" con su campanario, de 74 metros de altura, el más alto de Catalunya, "l'església del Carme, "l'edifici de la Caixa", "el monument als Castells", "els torrents", "les muntanyes de Miramar" i "els boscos de Valls.
Todo ello está bajo la nieve que poco a poco va empezando a cuajar sobre la ciudad. Árboles, piedras, flores, edificios, estan hechos con fondant pintado. El rio con piping gel que proporciona ese aspecto mojado y de movimiento. La espuja del agua es de glasa real.
Los padres me comentaron que querían un pastel de fresa y que les encantó el "Rainbow cake" que hice para el cumpleaños de mi hija en verano. Así que el interior era todo un arco iris con gusto a fresa, mermelada de fresa entre las capas y buttercream de fresa para dar un aspecto más fino a los laterales.
La verdad es que he quedado muy contento con el resultado, que tiene muchísimos defectos, pero que ha acabado compensando las horas que le he dedicado. ¡¡¡A cumplir años todo el mundo!!!