divendres, 8 de març del 2013

De nuevo el Camp Nou

Esto del blog es un gran invento. En mi caso, a parte de permitirme tener una especie de diario sobre el trabajo pastelero, hace que el blog en si se convierta en una especie de escaparate, de tienda. Vosotros, tranquilamente desde casa podeis consultar, mirar y criticar cada uno de los pasteles, cupcakes o galletas que voy haciendo. Y empieza ya a cambiar la tónica de estos últimos meses. Os explico porqué. Empiezan a llegar encargos que hacen referencia a pasteles que ya he hecho antes y que han visto en el blog. Así que en vez de innovar, repito diseños anteriores porque así lo quiere la persona que me hace el encargo. Éste es el caso del pastel que os traigo hoy y también el del próximo escrito. Hoy, de nuevo, volvemos al Camp Nou. No, no es la misma maqueta que hace unas semanas. Aquella, si no me falla la memoria, está colgada de la pared de la habitación del niño que cumplía los años. En este caso el pastel era para una mujer muy futbolera que cumplía 60 años. 

 En este caso, casi que da más trabajo la realización de la maqueta que el montaje del pastel. Días antes de la entrega hay que empezar a tomar medidas, enganchar unas piezas con otras con silicona y por último, darle el toque de pintura y adhesivos. Se trata de una gran bandeja donde va colocado el pastel en si.


El bizcocho tenía forma rectangular. Para hacerlo, por aquello de no parar de experimentar nunca, me puse a trabajar mucho la masa. Y cómo se hace eso? Pues montando las claras y el buttermilk hasta que casi llega al punto de estar sólidas, batiendo la mantequilla y el azúcar hasta que casi dobla su volúmen, y añadiendo la harina, el gasificante y la maizena tamizadas y muy poco a poco. El proceso dura bastante pero casi, y digo casi, te aseguras un bizcocho bien esponjoso. El resultado es un bizcocho (con gusto a chocolate negro) tan tierno que casi no se puede ni mover de la bandeja con la que ha ido al horno.


El bizcocho estaba cubierto de ganache de chocolate negro, tal y como me habían pedido. Era una bomba de chocolate blandita, esponjosa y de buen gusto. 



En unos días os traigo otro encargo "repetido". Por mucho que quise variar el diseño del pastel, no hubo manera. Querían el pastel de flores "corporativo" de BarretoCAKES y de ahí no salimos. De momento nos despedimos desde el Camp Nou. Hasta pronto!!!

dijous, 7 de març del 2013

Buñuelos de cuaresma

Cambiamos hoy totalmente de postre. Dejamos los sofisticados pasteles de varios pisos, los cupcakes o incluso las supertrabajadas galletas. Os traigo hoy unas cuantas imágenes de los buñuelos de cuaresma que hice esta semana. Ya empezaba a pensar que se me acabaría la cuaresma y aún no habría tenido tiempo de hacer estos buñuelos que tantos recuerdos nos traen a todos. Finalmente, y con la ayuda de mi hija Marina, nos hemos puesto manos a la obra. Aquí los tienes.

Los ingredientes que necesitamos son los siguientes:

300 g harina de fuerza
50 g levadura fresca (Levital)
3 huevos
100 g azúcar
3 cucharadas leche un poco caliente
3 c. aceite oliva
3 c. anís
Una pizca sal
Una pizca canela
Ralladura de medio limón
Se puede añadir aroma de vainilla al gusto

Separamos la claras de las yemas. Montamos las claras a punto de nieve y reservamos. 

Deshacemos la levadura fresca en las 3 cucharadas de leche. Añadimos las tres yemas, el aceite, el anís, la sal, la canela, la ralladura de limón y el azúcar. En cuanto esté todo bien integrado vamos incorporando poco a poco la harina, previamente tamizada. Por último, incorporamos las claras montadas. Obtendremos una masa enganchosa. 

Debemos dejar reposar la masa, para que la levadura haga su efecto durante una hora y media. Es mejor si la colocamos en un lugar cálido. 
 

Pasado ese tiempo veremos que la masa ha doblado su volúmen. Es el momento de intruducirla en una manga pastelera. Ponemos abundante aceite a calentar. Es importante que el aceite no esté ni muy caliente ni demasiado frio. Así conseguiremos que los buñuelos no se nos quemen demasiado rápido y les de tiempo de crecer y quedar esponjosos mientras se frien. Vamos presionando la manga pastelera y con unas tijeras mojadas en el mismo aceite vamos cortando la masa. Los buñuelos necesitan unos 3-4 minutos en el aceite para que queden bien hechos. Cuando están dorados por un lado, ellos mismos se dan la vuelta. Es importante que solo cojan un poco de color. Así estarán más tiernos.


Conforme los vayamos sacando del aceite, los ponemos en una bandeja con papel de cocina. De esta manera, conseguiremos que no nos queden unos buñuelos aceitosos. Y con el buñuelo aún caliente, lo rebozamos en azúcar y le tiramos un poco de anís.  Es importante hacerlo con el buñuelo aún caliente porque sinó el azúcar no se engancha.

Estos buñuelos también se pueden rellenar de crema, de trufa, de nata... O los dejamos como están, que están buenísimos. 

Ahora ya podemos decir bien alto que la semana santa está cerca. Feliz cuaresma para todos. 



dimarts, 5 de març del 2013

Pastel aniversario de boda

Hace unas semanas os traje un pastel muy parecido al que hoy os enseño. Me gustó mucho el resultado y por eso quise volverlo a utilizar, aunque con un ligero cambio. Era el 40 aniversario de bodas de unos familiariares y queríamos sorprenderlos con un pastel elegante y moderno. Así quedó. 


Ya cuando hice el primer pastel con este diseño, me pareció que en vez de flores blancas, quizás le hubiera quedado mejor un color más rompedor. Así que en este caso confeccioné estas flores con pasta para modelar y les apliqué colorante rojo y un poco de negro. Toda la parte superior del pastel va coronada con flores y parece que un pétalo ha caído al piso inferior.  


La complicación del pastel está en el dibujo, primero con rotulador negro comestible y luego con glasa real tintada de negro. El dibujo floral descansa sobre dos fondos diferentes: un "trencadís" y una malla bien entrecruzada. Los pisos estan separados con unos discos plateados que le quitan estabilidad al conjunto pero que lo hace más elegante. Transportar este tipo de pasteles es un deporte de riesgo y uno sufre con cada iregularidad que pueda tener la carretera. 


El pastel estaba hecho con un bizcocho de vainilla, mojado con almibar de vainilla y cubierto con ganache de chocolate negro. No apto para golosos. 


La elaboración de las flores también tuvo lo suyo. Cuando las tuve acabadas y les había dado la forma ondulada, decidí poner los platos donde estaban colocadas en un espacio más cálido. Así poco a poco irían cojiendo más resistencia. Lo malo fue que me encontré con el suelo mojado y en una diferencia de dos segundos, me encontré tirado en el suelo, con la rodilla derecha hincada en la suelo y con las manos ocupadas con los dos platos de flores. Estaban intactas, no les había pasado absolutamente nada. Supongo que pudo más el tener que repetirlas que la disponibilidad a hacerme el daño que hiciera falta. 


Entre otros proyectos, próximamente vienen en camino más campos de futbol, parques de bomberos y monas de pascua. ¡¡¡Estad atentos!!!  

diumenge, 3 de març del 2013

La super-Nintendo

Parece que últimamente sólo hacemos pasteles extraños. Pues sí, tienes toda la razón del mundo. Atrás quedaron aquellos pasteles de varios pisos, con sus flores y sus cintas de raso. Hoy os traigo el encargo que me hicieron para una sobrina. Cuando me llamaron les pregunté qué le gustaba a la niña. Y me dijeron que ahora mismo lo que más le atrae es la Nintendo y un juego llamado Animal Crossing. Después de darle vueltas a la cabeza acabó saliendo éste proyecto. 


Utilizando el siempre socorrido porexpan diseñé lo que serviría de enorme bandeja para el pastel. Se trata de esta Nintendo de 80 x 120 cm. En la primera pantalla aparece el nombre del juego y en la segunda, como buena Nintendo en 3D, las imágenes del juego. Los árboles rosas salen de la pantalla, las casas rodean el pastel, y la tarta de dos pisos muestra el paisaje del juego. 


El pastel estaba hecho con bizcocho de vainilla (bien esponjoso y alto), almibar de vainilla y buttercream de fresa. 




Ya veis, una Nintendo 3D de verdad y lista para pasar un buen rato. 



dijous, 28 de febrer del 2013

Mando de la tele

El encargo que hoy os enseño me resultó bastante chocante. El pastel tenía que servir para celebrar el 50 cumpleaños de una chica. A la persona que me hacía el encargo le enseñé algún modelo de los pasteles que acababa de hacer, esperando que quisiera sorprender a la cumpleañera con algo sencillo y elegante. De repende, el encargo da un giro de 180 grados y me preguntan si puedo hacer un pastel en forma de mando a distancia de televisión. De poder se puede, y aquí está la demostración. 


Evidentemente no podía hacer un mando demasiado ligero ni llevable si de él tenían que comer 10 personas. Así que, ajustando el tamaño al máximo,  hice este mando Philips Universal lleno de botones. 

El bizcocho era de vainilla, con ganache de chocolate negro, almibar de vainilla y recubierto de fondant gris.


Para que el conjunto no quedara soso, le añadí a la bandeja esta televisión antigua. Seguro que alguno de vosotros ya lo ha pensado: "pero esa televisión, ¿va con mando a distancia?" 


Por lo que me contaron después, el pastel fue todo un éxito, tanto el exterior como el interior. Volvemos pronto.


dimecres, 27 de febrer del 2013

Nos vamos de "calçotada"

Llevábamos ya unos cuantos escritos que hacían referencia a pasteles clásicos, con su decoración más o menos moderna. Pero hoy volvemos a cambiar de estilo y lo hacemos con este encargo en forma de barbacoa que me hizo una compañera para celebrar una calçotada con unos amigos. Aquí está.


Se trataba de un bizcocho de vainilla recubierto con ganache de chocolate negro. Desprendía un perfume... (suerte que no me como todo lo que hago). La decoración estaba hecha con fondant y glasa real. 


En el lateral de la bandeja puse estos cuadrados rojos que le daban ese aspecto de cocina o de mantel y encima, esa pala de fondant para ir recogiendo lo que ya esté cocido en la barbacoa. 


Hay que decir que ésta no es ni mucho menos una "calçotada" típica, pero sí que són los elementos que podían dar más colorido y efectividad al conjunto.  Ese rojo combinado con verde, el color marrón de las salchichas, el blanco de los calçots,... todo ello hace que el conjunto quede vistoso. Interesa que quede bien festivo ya que tiene que servir para poner el punto y final a una celebración.


Como podeis ver, decidí no cubrir el bizcocho y el chocolate con más fondant. Después de una comida pesada, como es la de una "calçotada", sólo falta una buena capa de dulce fondant para acabar bien lleno. 


El encargo que os enseño era para el fin de semana de febrero en el que estuvimos inmersos en la ola de frio infernal procedente de centro Europa. Y os preguntareis qué tiene que ver el tiempo en todo ésto. Pues es muy sencillo. El tiempo tiene que ver con el fondant y este tipo de pasteles mucho más de lo que os podeis pensar. La humedad en el ambiente hace que el fondant no quede firme y resude. Entonces todo patina y nada queda en su sitio. Lo mismo pasa con la glasa real, que en vez de quedar dura, empieza a gotear y manchar todo el pastel. Un desastre que sólo se soluciona utilizando un buen deshumidificador y mucha paciencia. 


Pues esta ha sido la "calçotada" diseñada por BarretoCAKES. Para la típica y real "calçotada" sólo hay que desplazarse a cualquiera de los restaurantes de la ciudad de Valls y venir con ganas de pasárselo bien comiendo. Hasta pronto.


diumenge, 24 de febrer del 2013

Pastel con flores de galleta

Últimamente, cuando me hacen algún encargo o tengo que hacer algún pastel para amigos o familiares, pienso que podría repetir alguno de los que ya he hecho antes y así dejaría descansar las neuronas un poco. Pero luego se me aparece como un sentimiento de culpabilidad por no innovar, por presentarle a la persona algo que ya he hecho antes para otro y que, por tanto, no es personalizado. Con el pastel que traigo hoy pasó ésto que os comento. Quería hacer algo diferente porque la persona bien se lo merece. Así que cambié de color principal y de manera de decorar el pastel. Aquí está. 


En esta ocasión me pasé al blanco y amarillo. En casa me comentaron que daba la sensación de ser un enorme pastel de limón. No era así. En el interior había bizcocho bien esponjoso de chocolate negro y entre capa y capa, almíbar de vainilla y buttercream de crema de turrón. Toda una bomba para acabar de cenar. 


Decidí decorar todo el pastel con galletas de vainilla. Cada una de ellas estaban cubiertas con glasa real y decoradas a modo de flor. También con glasa hice esas hojas semi vacías. 


Ya veis que el estilo es elegante, sin demasiadas estridencias pero trabajado. Justo el estilo que le queda bien a la persona que cumplía los años. 


Lazitos por aquí, flores y hojas por allá. 


Y por último, la nueva aportación de BarretoCAKES. Como os comentaba en el anterior escrito, eso de dar la tarta sin envoltorio queda poco acabado, poco bien presentado. Así que con celefán transparente y, en este caso, este lazo, acabamos de rematar todo el conjunto. Para pasteles de dos o tres pisos está bien, pero para pasteles como los que vendrán el próximo fin de semana, el envoltorio es algo imposible. Ya verás.