Estos días se están celebrando muchísimas fiestas de fin de curso en los diferentes centros educativos de mi ciudad. El AMPA de uno de estos centros me encargó hace tiempo un pastel, más o menos espectacular, para regalar al final de la cena a los 30 alumnos que se graduaban. El encargo vino de la mano, como siempre, de una amiga y compañera. Así que con un par de indicaciones sobre el gusto del pastel y el estilo, el resultado acabó siendo éste.
Rojo, negro y blanco serían los colores con los que decoraría el pastel. Hay que pensar que los destinatarios eran tanto mujeres como hombres, con lo que los colores tenían que ser los adecuados Y con el resto de la decoración, lo mismo. Todo muy neutro y coronado con ese birrete que había hecho mezclando fondant negro con polvos CMC una semana antes.
Por dentro se trataba de un bizcocho de chocolate (el que más salida tiene siempre) mojado en almíbar de vainilla y "buttercream" con un cierto aroma de fresa entre las capas.
Lo que desconozco es si fue fácil o no transportarlo hasta la mesa de los destinatarios. El pastel era muy alto y pesaba mucho. No iba sólo. Estaba rodeado de "cupcakes" de chocolate.
En estas imágenes, tomadas ya en el lugar de la celebración, se aprecia la presentación final. Las fotografías están hechas con el teléfono así que no tienen mucha calidad.
Por mi parte tengo que decir que al día siguiente se celebraba la fiesta del colegio al que va mi hija y hasta allí llegó la noticia del pastel del Instituto Serra de Miramar cosa que, después de tanto trabajo, te da mucha alegría. Nos vemos en unos días con más cosas...
