Quería hacer un regalo a unas personas que durante todo el año han estado atentas y senviciales con mi familia. Pensé en plantas, flores, pañuelos... tenía que ser un detalle de agradecimiento. Pero finalmente caí en que siempre estamos pensando en comprar, comprar y comprar... Con la que tenemos encima vale más que le demos a la imaginación y nos pongamos manos a la obra. Así que decidí hacer unos cuantos cupcakes. Serían de "buttermilk" de chocolate negro con crema de turrón en el interior y cubiertos por una "buttercream" de vainilla. ¡¡¡Buenísmos, oiga!!!
Intenté aplicar todos los conocimientos adquiridos hace unas semanas en el curso de "Cupcakes a diario" pero el tiempo jugaba en mi contra. Era ya muy tarde y no podía paralizar más la familia ni la casa por mi culpa (discúlpame, profe). Finalmente, con errores incluidos, así es como quedaron. Los primeros están decorados con la técnica del stencil, brillo plateado y fondant azul oscuro.
Hice estas pequeñas rosas. Cada vez salen más finos los pétalos porque cada vez más dispongo de los utensilios necesarios. ¡¡¡Que esto de la repostería creativa es una ruina...!!!
El hecho de que se me estaba haciendo muy tarde se nota especialmente en esta imagen. Estos cupcakes azules estaban decorados con esta flor hecha en pasta de modelar y con una puntilla hecha en glasa elástica que destacaba fantásticamente con el fondo. En la imagen no se aprecia mucho, la verdad.
Y por último los más sencillos pero que tienen su sentido. Quería probar en la "buttercream" el colorante blanco en polvo que acababa de comprar. Y sí, funciona. El tipo de mantequilla que compremos incide en el color de "buttercream" que consigamos. Hay marcas que quedan más blancas y otras más amarillas. Pero si encima le ponemos un poco de colorante en polvo blanco, el resultado es éste.
Volvemos en breve con más experimentos...