Cada vez que un amigo o familiar me pide un pastel para una fiesta le hago una especie de entrevista en la que me informo de gustos, aficiones, colores preferidos, profesión, edad... de la persona destinataria del pastel. En este caso el protagonista tenía dos aficiones: la bicicleta y los SPA. Se supone que después de haberse pasado toda la mañana sobre la bicicleta quemando calorías debe recuperar fuerzas en algún centro termal. Finalmente la familia optió por la segunta temática y así lo imaginé.
Como se puede apreciar, este pastel también tiene mucha manualidad y marquetería en el conjunto. En primer lugar quise inspirarme en un centro de "salud por agua" que hay cerca de la zona donde vivo. Allí todos los suelos, paredes y todas las piscinas son de granito gris. Eso le da un toque moderno y minimalista que me gusta mucho. Destaca con el color azul del agua. Y esos dos, azul y gris, son los únicos colores del SPA.
Quise hacer dos piscinas con cambio de temperatura. Por supuesto que no están hechas de fondant, ni de glasa real ni de pastillaje. Están hechas siguiendo técnicas belenísticas, con un cristal en la parte superior para dar sensación de que las piscinas están llenas de agua real.
También hay la parte de solarium, con sus hamacas y sus piedras grises que le aportan esa paz y tranquilidad que uno busca en esos espacios. Y por fín llega en pastel.
El hombrecillo en cuestión está hecho com fondant endurecido con CMC. Se encuentra dentro de un jacuzzi, que no es otra cosa que el pastel. Se trataba de un bizcocho de chocolate muy esponjoso, con praliné de avellana entre cada una de las capas y ganache de chocolate negro cubriéndolo todo. Una última capa de fondant pintado con aerógrafo le acaba de dar sentido al conjunto.
Aquí vemos al bañista relajarse.
Y una imagen del conjunto desde otro punto de vista.
Lo mejor de todo fue la reacción de los padres de Oriol en el momento de ver el pastel. Me comentaron que les daba lo mismo cómo estuviera por dentro. Sólo con mirar el trabajo que había aquí y lo original que quedaba el conjunto ya tenían suficiente. Por lo que me comentaron más tarde, el pastel tuvo mucho éxito entre el público juvenil y a todos les pareció muy bueno. Pues de eso se trata: de sorprender y que encima el interior esté a la altura.