Mi compañera de trabajo, Sole, quería que la celebración del 45 aniversario de bodas de sus padres no pasara desapercibida. Habían quedado con toda la familia en un restaurante para darle una sorpresa a los protagonistas del día. Pero no se esperaban que el pastel que marcara el punto y final de la fiesta fuera éste.
Desde el primer momento tuvimos muy claro que el pastel debía tener un aspecto elegante, sencillo y sin estridencias en cuanto al color. De hecho, a la protagonista de la fiesta le encanta el blanco. Sólo le añadimos un poco de dorado que rompiera la monotonía.
En la parte superior coloqué esta figura tan simpática. Son 45 años de casados pero se sienten con la misma fuerza que el primer día. A partir de este piso empieza la decoración floral. Están hechas con pasta de modelar y secadas durante una semana.
Las flores van descendiendo por el pastel y se van haciendo más abundantes. Aquí coloqué la flor más grande decorada a su vez con perlas de azúcar.
Por dentro encontramos bizcocho de chocolate, praliné de avellanas entre las capas y ganache de chocolate negro cubriéndolo todo. La verdad es que después de un buen rato perfeccionando los bordes, la forma del pastel quedó bastante perfecta.
Y lo mejor de todo fue la recompensa posterior que me hicieron llegar. Eran unos cuantos mensajes de felicitación de parte de toda la familia. Les gustó el exterior pero también les pareció muy bueno el interior. Así que una satisfacción más para Barretocakes. ¡¡¡Felicidades a la pareja!!!
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