Una de las cosas más divertidas de este oficio es tener la habilidad de entender el estilo de cada uno de los amigos que nos encargan pasteles y saberlo plasmar en su postre. En el caso de hoy, la madre de Sofía quería un pastel de bautizo en color blanco y rosa, más bien clásico, y con grandes lazos rosas y perlas blancas. Así quedó.
El resultado fue un pastel elegante, serio, que juega únicamente con color blanco y rosa. Otra de las novedades de este proyecto es que el mismo pastel se convierte en mesa dulce al incluir nuves de azúcar en la parte superior y en la inferior (aunque en la foto aún no las había puesto).
No podí faltar la cigüeña que trae el bebé.
La parte comestible del pastel estaba decorada con este enrejado gravado en fondant rosa y decorado con perlas blancas de azúcar. Se trataba de un bizcocho de chocolate con praliné de avellana entre las capas y ganache de chocolate negro cubriéndolo todo. Por lo visto, triunfó.
El piso inferior también está cargado de decoración con este lazo rosa tan enorme y bandas de diferentes tonos rosas.
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