Parece que al suavizarse las temperaturas a uno le apetece hacer unos pasteles inspirados en el verano, el mar y el ocio. Estos temas son los protagonistas del pastel de hoy. De hecho fue Cecília la que me pidió un pastel que debía ser "elegante pero playero". Así quedó esta aparente contradicción.
La decoración del conjunto simula las olas del mar, la arena y la vegetación de una playa paradisíaca. En la parte superior encontramos este gran velero, que le aporta elegancia al pastel.
Las palmeras también tienen su glamour, con ese brillo en color verde que las corona. Por dentro, encontramos bizcocho de chocolate, con crema de praliné de avellanas entre las capas y ganache de chocolate negro cubriéndolo todo.
Aquí se aprecian más detalles del pastel.
Pues ya veis que en algunas ocasiones vale más hacer aquello de "menos es más". No hace falta tirar de mucha decoración para que un pastel quede perfecto. En este caso, el conjunto ha quedado elegante sin necesidad de más elementos decorativos. Sabemos que el pastel gustó mucho y que Cecília ha enseñado las fotos del pastel allá donde ha estado.