Mònica quería regalarle a su hija unos patines. Así que se le ocurrió que ése podía ser el tema central del pastel de la celebración. Estuve pensando varios días cómo hacerlo y que no fuera el típico pastel horizontal en forma de patín. Quería que quedara más espectacular y que llamara la atención de la protagonista. Así quedó.
De hecho creo que se aprovecha mucho más un pastel con forma redonda, la forma clásica, que un pastel más plano y con capas y capas de fondant forrándolo. En este caso quise dejar el pastel cubierto con fondant blanco. La decoración está en el resto del conjunto.
El pastel se levantaba sobre un tambor relleno de nuves de color rosa y sobre una bandeja con lazos que siguen el color de los patines.
Ésta es la manera más práctica de presentar un pastel y que al mismo tiempo sea también una mesa dulce. Después de comer un trozo de pastel, a los invitados les gusta seguir "picando" algo más en la sobremesa.
Los patines son una reproducción "casi" exacta de los que iba a recibir la protagonista de la fiesta. Parece que mantengan una posición imposible, haciendo equilibrios sobre el pastel.
Por dentro se trataba de bizcocho de chocolate, bien tierno y esponjoso, praliné de avellanas entre cada una de las capas y ganache de chocolate negro cubriéndolo todo.
Pues así es como acabó quedando este pastel con temática de patines. La satisfacción vino de la reacción de Mònica al verlo y del hecho que hayamos podido presentar algo tan original y nunca visto.
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