Le puse mucho empeño al pastel que hoy traigo. Desde hacía tiempo tenía en mente la idea de hacer pasteles irregulares, pasteles que no estuvieran perfectamente colocados unos sobre otros. Y también quería poder rellenar el espacio libre entre cada uno de los pisos con decoración variada: flores, lazos, estrellas. Así que finalmente se daba la ocasión. Me encargaron un pastel para Iker que cumplía 2 años. Le gusta mucho el personaje de Mickey. Así que después de ver muchas ideas por internet, acabé haciendo algo totalmente diferente. Fué ésto.
Mickey nos trae cuatro paquetes de regalo. Están amontonados y parecen a punto de caer. Hice cada uno de los pisos de un color diferente, para captar mejor la atención de Iker y para que quedaran más vistosos. Y entre medio de cada uno de los pisos aparecen lazos, bolas, tirabuzones... Están todos hechos con pastillaje. Es una pasta que enduce mucho y muy rápidamente hecha con agua, azúcar y gelatina neutra. Las siluetas de Mickey en negro acabar de adornar el pastel.
La verdad es que la estructura del pastel quedaba altísima y supongo que necesitaron unas cuantas personas para presentarlo en la mesa.
El pastel estaba hecho con bizcocho de chocolate, mojado en almíbar de vainilla, "buttercream" de chocolate y cubierto con más ganache de chocolate. Si comieron los niños que asistieron a la fiesta, supongo que no debieron dormir en dos días...
Cada unos de los elementos decorativos están enganchados a la estructura con azúcar, en concreto con glasa real. La glasa que tiene que aguantar peso y quedar rígida prefiero hacerla mezclando agua con azúcar glas y "meringue powder". El resultado es más seguro que si se hace glasa con claras de huevo. En este caso se corre el riesgo que quede arenosa y no tenga la suficiente fuerza.
Pues este ha sido el reto del enorme pastel de Mickey: un pastel irregular, a simple vista inestable pero que dejó contenta a toda la família, tanto con el exterior como con el interior. Felicidades Iker.