Se acercaba el 40 cumpleaños de un familiar y su pareja me había encargado el pastel. Al ser una celebración más bien informal pensé en facilitar al máximo el hecho de cortar el pastel y que cada invitado se sirviera. Pensé en montar un expositor de cupcakes coronado por un pastel de medida pequeña por si alguien se quedaba con ganas de más. Así quedó.
El interior del pastel era un bizcocho de chocolate dividido en varias capas y entre cada una de ellas pusé una "buttercream" con aroma a vainilla. Estaba completamente cubierto con ganache de chocolate negro y tapado con una fina capa de fondant. En cuanto a los cupcakes, todos eran de bizcocho de chocolate y rellenos con praliné de avellanas. La mitad llevaban un "frosting" de vainilla con azúcar dorado y la otra mitad de chocolate con virutas de chocolate negro. ¡¡¡Y volaron!!! De hecho voló hasta el pastel que yo pensaba que se iba a quedar de adorno.
En cuanto a la decoración, ya veis que el pastel tenía la bandera inglesa en la parte superior. La pinté con aerógrafo y utilizando un par de plantillas. Después, con colorante negro le acabé de dar el toque de envejecido. Lo importante es que no quedara una bandera perfecta sino algo más informal.
A los cupcakes quise también darles el toque "british" que pretendía desde el principio. Por eso los coloqué dentro de unos "wrappers" azules y rojos con una banda blanca en la que se leía el nombre del protagonista de la fiesta. Clavadas en la crema puse estas fotografías de uno de los mercadillos londinenses típicos del cumpleañero: el mercado de Camden.
Aquí se aprecian las fotografías más de cerca, con los productos que hay a la venta, el público y las paradas.
Y así es cómo quedó presentado el pastel momentos antes de ser consumido por los invitados. ¡¡¡De nuevo le deseamos muchas felicidades, Ivan!!!