Continuamos cambiando la temática de nuestros pasteles. En este caso os traigo el postre ideal para un policía. Es el proyecto que me pidió Gemma para regalárselo a su novio, David. Así quedó.
Combiné tres únicos colores: blanco, negro y azul cielo. La temática no daba para poner ningún otro toque cromático. Debía quedar serio y elegante, como si de un uniforme de policía se tratara. En la parte comestible quise simular una camisa de policía, con sus bolsillos y el nombre del protagonista. Los cupcakes de la bandeja van a juego con la camisa.
Y no podía faltar una corbata para acabar de darle seriedad al conjunto. La sorpresa estaba en el piso superior: todo bien cubierto de lacasitos.
Por dentro se trataba de un bizcocho de chocolate con praliné de avellana entre cada una de las capas; tierno y esponjoso como siempre.