Un pastel elegante y sencillo es el que hoy os enseño. Y es que un pastel de boda tiene que caracterizarse por esos dos adjetivos. Lo más importante de ese día son los novios y lo demás tiene que servir de acompañamiento sin llamar demasiado la atención. Así es como quedó el pastel.
Normalmente un pastel de boda tiene como color principal el blanco. Para variar un poco quise darle un tono beig y combinarlo con adornos más claros. En el piso superior coloqué esta pareja de novios tan divertida. El piso está cubierto con fondant beig y adornado con glasa real blanca.
El piso intermedio está cubierto de fondant beig con unos discretos adornos en glasa. Lo que llama realmente la atención es esta gran flor blanca.
Y el piso inferior no deja de ser parte de la bandeja. Está hecho con la intención de que es pastel quedara más alto y llamara más la atención. Juega con tonos blancos y chocolate.
En cuanto al interior, el pastel estaba formado por 5 capas de bizcocho de chocolate, con crema de vainilla entre las capas y ganache de chocolate negro cubriéndolo todo. Quedó tan recto y liso que parecía falso. Pero no, se comía.
Y este pastel de boda también tenía que servir de pastel de bautizo. Así que iba acompañado por la figura de una cigüeña y un bebé. Espero que el pastel estuviera a la altura de la fiesta y de los invitados. Y a los novios, muchas felicidades desde BarretoCakes.
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