Desde que empecé en esto de las flores de azúcar me habían llamado mucho la atención aquellas enormes flores que parecían aguantarse no sé cómo en una punta del pastel. Una de esas enormes flores es la peonia, con sus bordes rizados y sus incontables pétalos. A falta del cortante adecuado para hacer dicha flor, me puse a darle a la imaginación y el resultado quedó bastante convincente.
La solución para conseguir éstos pétalos fue utilizar un cortante de galletas rizado. Sencillo pero eficiente.
Los bordes de los pétalos tienen un poco de brillo plateado para darle más juego a la enorme flor. Y las hojas de la flor son estos dos alambres plateados que tanto estoy utilizando últimamente.
El mismo brillo plateado es el que utilicé para el piso inferior. Con la técnica del estarcido hice esta franja plateada que rompe la monotonía del blanco.
En esta fotografía se aprecia mejor el uso del "stencil". En el piso superior grandes perlas plateadas parecían ascender por el lateral del pastel.
Y la única nota de color es la cinta rosa que remata la parte inferior.
El resultado es un pastel elegante y sofisticado, sin estridencias y sin límite en la edad de la destinataria.