dimarts, 10 de desembre del 2013

Galletas de animales

Erik cumplía su primer añito y su familia quería regalar unas galletas decoradas entre los invitados a la fiesta. Me pidieron que fueran animales, todas variadas y acabaron quedando así. 

 Eran galletas de mantequilla con un punto de sal gruesa. Están buenísimas. Pero en esta ocasión quise hacer la decoración con fondant de colores. Parece que queda un dibujo más ingenuo e infantil si lo hago así. Cada una de las galletas iba en su bolsa, con su palito, su etiqueta y su lazo.








Hice unos cuantos modelos diferentes, todos muy coloridos para que fueran más atractivos para Erik. 


Y aquí están colocadas en la caja desde la que serían repartidas. Hoy hemos cambiado cupcakes y pasteles por galletas. Vamos variando...


dissabte, 7 de desembre del 2013

Pastel Monster High

Ya decía yo que tardaban mucho en llegar. Mi hija ya intentó pedirme que para su cumpleaños le hiciera un pastel de las Monster High y al final optó por los Pitufos. Pero en este caso no había escapatoria porque el encargo llegaba desde fuera, una compañera de trabajo. Así que me puse manos a la obra y el pastel quedó así. 



Los colores principales de estos dibujos son el rosa, el negro y el azul. Así que combinándolos de la mejor manera que pude fuí montando estos tres pisos con diferente decoración. En el piso superior puse estos corazones negros que parecen salir disparados del pastel. A continuación, la calavera tan característica de estos dibujos. Y por último, monté este lazo negro mezclando fondant y polvos CMC.


El piso intermedio es azul y le puse estos rombos negros que también aparecen en las decoraciones de la serie.


Y por último, el tercer piso está decorado como si de una piel de leopardo se tratara. Es un dibujo muy sencillo de hacer y por fin tuve ocasión de utilizarlo. 


Por dentro, el pastel era un bizcocho de chocolate, esponjoso y bien jugoso, cubierto con "buttercream" de fresa y ganache de chocolate negro. Era toda una deliciosa bomba de chocolate y fresa preparada para sorprender a Júlia y al resto de invitados a la fiesta. 


dimecres, 4 de desembre del 2013

Pastel Einstein

Mi sobrina Gisela cumplía 18 años. Es un acontecimiento suficientemente importante como para pensar en un pastel de envergadura. Así que desde que supe que tenía que hacer el pastel para su cumpleaños me puse a pensar cómo hacer algo que llamara la atención, quedara divertido y tuviera que ver con sus gustos y su manera de ser. Hace unos meses ha empezado la universidad y en concreto la carrera de física. Así que pensé que estaría bien montarle algo con el personaje de Einstein como protagonista. Así quedó. 

 
La verdad es que es el pastel más alto que he hecho hasta el momento. La parte más importante del conjunto era la superior, con la cabeza de Einstein a modo de caricatura. Hay que decir que es totalmente comestible. Está hecha de arroz inflado con gusto a chocolate. El pelo es glasa real y la piel fondant. Está maquillado con colorantes comestibles.


Los elementos más importantes a destacar eran la nariz prominente y el pelo escrespado y canoso. A partir de ahí ya me aseguraba que el resultado fuera una caricatura de Eisntein. 


Sólo la cabeza pesaba muchísimo, con tanto arroz inflado prensado en su interior. Pero al final aguantó toda la fiesta. El cuerpo está hecho con pastillaje. Endurece muy rápidamente y me permitió tener un "lienzo" donde pintar el cuerpo del científico. Y, ¿qué cuelga de la mano de Einstein a mono de yo-yo? Pues sí, es un macaron. Me pareció el yo-yo perfecto.


El piso intermedio estaba adornado con letras que hacen referencia a la teoría de la relatividad. Están hechas también con pastillaje, al igual que los adornos dorados que se aprecian a cada lado del pastel. 


El conjunto tenía muchos detalles repartidos por los diferentes pisos. Aquí tenemos este reloj de bolsillo que pretendía marcar la hora de nacimiento de la cumpleañera. 


Y la parte inferior del pastel eran estos grandes libros. El único que aparece abierto es el azul cuyas páginas están hechas también de pastillaje y en las que se puede leer "Moltes felicitats, Gisela". 

En cuanto al interior, el pastel era un bizcocho de chocolate, mojado en almíbar de naranja, con crema de chocolate entre cada una de las capas y forrado con ganache de chocolate negro con un punto de ron. 


 Para que se pueda apreciar la altura del pastel, aquí teneis una foto de la protagonista en el momento previo a soplar las velas.


Y aquí celebrando esos recién estrenados 18 años. 


La peor parte, como siempre, es el traslado. De hecho, tuvimos que llevar el pastel desmontado hasta el lugar de la celebración y allí nos pasamos una hora montándolo todo. Suerte que tuvimos una mesa con ruedas para sacar el pastel al comedor en el momento de desvelar la sorpresa. 


dilluns, 2 de desembre del 2013

Cake pops dorados

Tenía ganas de hacer unos nuevos "cake pops" que no fueran cubiertos con chocolate blanco. Estos "chupa-chups" ya son de por sí dulces por dentro. Si encima les añadimos un chocolate también dulce, la mezcla puede ser explosiva. Quizás también nos interesa que los invitados tengan ganas de comerse más de uno. Pues en esta ocasión los cubrí con chocolate negro del 72 % de cacao. 


Estos "cake pops" estaban hechos a partir de bizcocho de chocolate y mezclados con una crema de naranja. Les acabé de dar la forma redonda con chocolate de cobertura negro. En esta ocasión los pude degustar y estaban muy buenos. Yo me comí uno, pero el resto, iban de tres en tres. 


Pensé que el color marrón chocolate quedaría un poco soso y le dí una nota de color con polvo dorado. Así, con un pincel de maquillaje que tengo para pintar pasteles y demás, fuí repartiendo polvo dorado sobre cada "cake pop". El resultado es este color de oro viejo que me convenció bastante. 


Los lazos negros con topos blancos y la presentación en la bandeja dorada acaban de darle gracia al conjunto. 


Pues ya veis que de una forma muy sencilla se puede presentar un postre divertido y original en una celebración familiar o con amigos. 


dissabte, 30 de novembre del 2013

Pastel rosas blancas

David volvía una vez más a confiar en BarretoCAKES para poner el punto y final a la celebración de un cumpleaños. En este caso se trataba de un familiar suyo, Lluïsa. Cumplía 60 años y querían, él y su pareja, regalarle un pastel que estuviese a la altura de la celebración. Al darme total libertad, acabé haciendo estas rosas que coronaban tres pisos de esponjoso bizcocho de chocolate. 


Tenía ganas de montar un pomo a partir de flores que estuvieran sujetas con sus respectivos alambres. Hasta ahora las flores que había hecho estaban siempre enganchadas al fondant con glasa real. Pero si quería darle más volúmen al centro de flores tenía que darles un poco más de independencia a cada una de ellas. Así que lo intenté y así quedó. 


Combiné rosas y otras flores pequeñas pintadas con colorante en polvo verde y dorado. Las hojas acaban de darle la única nota de color al pastel. 


El piso tercero no tenía ninguna otra decoración, sólo la cinta de raso. Para el segundo piso hice servir una plantilla de silicona con la que fuí imprimiendo ese calado que veis en la imagen. 


 Una vez el dibujo había pasado al fondant, lo recortaba y lo enganchaba al fondant del pastel con un poco de agua. El resultado es elegante. Lo repetiré en otros pasteles porque es fácil y queda bien.

  

Y el piso inferior volvía a ser liso, para dar un aire elegante y sencillo al conjunto del pastel. 


Por dentro, se trataba de un bizcocho de chocolate, mojado en almíbar de vainilla, con crema de turrón entre cada una de las capas y cubierto con ganache de chocolate negro. Parece que la mezcla de chocolate y turrón está teniendo muchos adeptos últimamente. 


 El pastel iba presentado sobre esta bandera "estelada" que veis en la imagen. Por lo visto, Lluïsa es una catalana de pro y su familia sabía que una presentación así sería la que más ilusión le haría.


La combinación de los colores de la bandera y los del pastel quedan bien. De hecho, el blanco es el color predominante del pastel porque había que tener en cuenta donde iba a ir colocado. 


Pues este el proyecto que hicimos para Lluïsa. Espero que quedara contenta con su pastel y que ayudara a poner el mejor punto y final a su fiesta de cumpleaños. 


dijous, 28 de novembre del 2013

Pastel Coca-cola

Son las cinco de la tarde y me encuentro en el parque con mi hija. Es la hora de marcharnos y empiezo a "hacer presión" para que se baje del tobogán y se venga conmigo para el coche. En eso que suena el teléfono y aparece Vanesa, un familiar de una compañera de trabajo que está interesada en un pastel para su marido. Cumple años el próximo domingo y quiere que le haga algo original relacionado con su trabajo. Por lo visto trabaja en una empresa que se encarga de hacer las latas de coca-cola (y otras bebidas) para toda España. Por supuesto que la niña no me hace caso y aprovecha que yo estoy ocupado para salirse con la suya. Yo, por el teléfono, voy recibiendo datos relacionados con el encargo pero estoy en medio de columpios, toboganes y niños gritando como locos y sin un sólo papel donde apuntar nada. Me quedó con la idea general y el punto donde tengo que entregarlo (que ya es mucho dadas las circunstancias). Después del caos, ordeno las pocas ideas que me quedan y el resultado es éste. 


En primer lugar quise darle un poco de misterio y juego a la presentación del pastel y preparé esta maquina expendedora de comida y latas con cartulinas y porexpan. La parte plateada del frontal se abría y aparecía el pastel en sí. 


El interior de la caja constaba de dos partes: una lata de coca-cola boca abajo que derramaba todo el líquido del interior y un pastel con el logo de la marca.


Os preguntareis como está hecha la estructura de la lata y el líquido que cae. Pues es totalmente comestible. Sólo un listón de madera aguanta esta figura hecha con arroz inflado con gusto a chocolate y mezclado con nuves de azúcar. Es la denominada técnica del RKT con la que ya que hecho otras figuras como la del Biri-biri de TV3. 


Se prensa el arroz lo máximo posible y en 24 horas tenemos una figura sólida a la que sólo faltará añadirle glasa real y fondant para que acabe teniendo la forma deseada. 


En cuanto al pastel, era un bizcocho de chocolate, mojado en almíbar de vainilla, "buttercream" de naranja entre cada una de las capas, y cubierto con ganache de chocolate negro. Era la receta que ya había comido Vanesa, la persona que me hacía el encargo, y quería ese mismo gusto. 


La parte más peligrosa, como siempre, fue el transporte. Realmente, lo odio. Y puedo estar sin abrir la boca durante todo el trayecto en coche por culpa de los nervios. Como si de eso dependiera que el pastel se estropee o no...

 

Pues hasta aquí este nuevo proyecto. Los mensajes posteriores que me llegaron desde el lugar de celebración me convencieron de que los nervios habían valido la pena. 



dilluns, 25 de novembre del 2013

Coca de vidre

Hoy dejamos a un lado fondant, pasta para modelar, glasas y "buttercream" para enseñaros un postre muy sencillo de preparar y con el que seguro que triunfais a la hora del café. Hace ya tiempo que tenía ganas de intentar hacer la denominada "coca de vidre". Básicamente se trata de preparar masa de pizza, extenderla de manera que nos quede lo más fina posible, extender aceite, azúcar y cuando sale del horno rociarla con  unas gotas de anís. Vamos con el paso a paso. 


Yo preparo la masa de pizza en la panificadora. Se necesitan 

400 ml de agua
2 cucharaditas de sal
2 cucharadas de aceite de oliva
800 g de harina de fuerza
25 g de levadura fresca levital

Ponemos la panificadora en marcha y en 1 hora y 30 minutos tenedremos nuestra masa de pizza a punto. En ese momento cojemos una pequeña bola de masa, esparcimos harina sobre la superficie donde vayamos a trabajar y extendemos la masa con la ayuda de un rodillo. Cuanto más fina nos quede la masa, más crujiente estará después. 

Encendemos el horno a 190 grados. Vamos colocando cada una de las tiras de masa en la bandeja del horno con un papel encerado. Esparcimos un poco de aceite por la superficie con la ayuda de un pincel de cocina y ponemos el azúcar. Tenemos que intentar repartirlo de la manera más uniforme posible. Introducimos la bandeja en el horno a media altura. 

 Dejaremos las cocas en el horno unos 10-15 minutos. Es importante que en los últimos minutos del horneado controlemos el color de la superficie de las cocas. Si vemos que tienen un color dorado, ya podemos sacarlas. Del dorado al quemado hay un minuto, así que mucho ojo. En cuando las saquemos del horno, las colocamos sobre una rejilla enfriadora y las rociamos con anís. Veremos que el azúcar de la supeficie se carameliza y adquiere esa textura de "vidrio" que da nombre a este postre. Como os decía al principio, es el acompañamiento ideal a la hora del café.