Una agrupación política de una localidad cercana celebró hace unos días los 30 años de vida. Lo celebraban en un buen restaurante y querían que el punto y final de la cena fuera un postre que estuviera a la altura de la ocasión. Así que Puri se puso de nuevo en contacto conmigo y así quedó el postre.
Eran un total de 75 cupcakes de gustos variados. En total hice tres gustos diferentes: chocolate, fresa y naranja. En esta ocasión se trataba de que la decoración de los cupcakes no fuera demasiado cargada ya que el conjunto tenía que quedar serio y elegante.
Días antes preparé el expositor: el primero que hago para colocar tantos cupcakes. Eran tres planchas de porexpan de 3 centímetros de ancho colocadas una sobre otra. Dos grandes carteles anunciaban el nombre y la localidad protagonistas de la fiesta. A su vez, cada cupcake llevaba un "wrapper" imprimido y recortado expresamente para la ocasión. Todo una tarea de artesanía pura.
Para el "frosting" de los cupcakes no quise poner demasiada cantidad. El lugar en el que se celebraba el aniversario es un restaurante en el que sirve comida abundante. Por eso pensé que con darle un toque de decoración y de sabor al bizcocho ya habría suficiente.
Creo que ha sido la vez que he preparado más cupcakes. La tarea se convirtió en una cadena de montaje. Una nueva experiendia de la que aprender.
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