Para celebrar la mayoría de edad de Marc, su familia me pidió un pastel que tuviera algo que ver con Ferrari y con el piloto Fernando Alonso. En la fiesta iba a haber unas 25-30 personas con lo cual el pastel tenía que ser grande. Pensé en montar un coche de carreras enorme pero había que pensar en que tenía que ser práctico para las personas que se lo iban a comer. Así que acabé combinando pastel para 20 personas y coche de bizcocho para 10. Así quedó.
En esta ocasión los colores predominantes tendrían que ser el rojo, el blanco y el negro. Además, para cada uno de los logos de las empresas patrocinadoras y para el mismo logo de Ferrari tiré de impresora de tinta comestible. Así me aseguraba que el resultado sería más profesional.
El pastel era un bizcocho de chocolate negro, mojado en almíbar de vainilla, con "buttercream" de chocolate entre cada una de las capas y cubierto de ganache de chocolate negro. En cuanto al coche, estaba hecho con el mismo bizcocho de chocolate y cubierto con "buttercream" de chocolate para acabar de modelar la forma del vehículo.
Lo importante en este caso es que el pastel no tenía que verse infantil, ni el coche como un coche de juguete. Tenía que ser una réplica lo más cercana a la realidad y así, que el destinatario jugara con ver si había muchas diferencias con el coche original. Algunas sí que las había, pero se intentó que fueran las mínimas. Moltes felicitats, Marc!!!
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