Hace un par de meses ví esta idea por internet. Se trataba de un pastel que un chico llamado "El tartero real" había presentado a un concurso de pasteles de fondant de temática infantil. Y resulta que ganó. La verdad es que se lo merecía sobradamente. Tenía un montón de detalles que llamaban la atención como ningún otro. Así que inspirándome en ese pastel quise hacer mi propia versión. El encargo era para un niño que cumplía un año. La única consigna que me dieron sus padres era que querían un pastel con colores llamativos. Así quedó.
Trozos de chocolate, cerezas, nata, cremas de colores que caen por las paredes y unos cuantos macarons adornan el conjunto de los cuantro pisos.
Por dentro, el pastel era bizcocho de chocolate, mojado en almíbar de vainilla, "buttercream" de naranja" y cubierto con ganache de chocolate negro.
Cada piso es diferente. En el inferior, chocolate y nata. A continuación, un "rainbow cake" al descubierto. Y en los pisos superiores, nata y cremas de colores.
Las cerezas y los macarons son comestibles pero están hechos con fondant. En el último momento decidí añadirle un poco de brillo a cremas y cerezas. Parece que al brillar destaquen mucho más.
Aquí más detalles de la composición.
Pues este fué el trabajo que hice para un pastel que tenía que tener muchos colores, que debía ser infantil, pero que también tenía que llamar la atención del resto de la familia. Espero que lo consiguiera tanto con el exterior como con el interior.
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