Si te encargan un pastel sobre el mundo del motocross, para sólo 6/8 personas, pero que tiene que ser visto desde lejos y por lo tanto, tiene que ser muy voluminoso, ¿qué haces? Pues tiras de imaginación, porexpan, espuma de poliuretano, pintura, silicona y haces algo así.
Es evidente que la persona a la que se le regalaba el pastel es un amante de las motos de montaña. Su familia tenía claro que querían que el pastel estuviera rodeado de piedras, rocas, hierva y algo de barro. Para ello utilicé técnicas belenísticas y lo que, en principio, parecía que podía quedar pequeño, acabó pudiéndose ver desde muy lejos.
El bizcocho es el que tiene más éxito: chocolate. En este caso bañado en almíbar de vainilla y con "buttercream" de vainilla entre cada una de las capas.
Aquí, algunos detalles más del pastel.
Para no añadir más elementos que sobrecargaran el conjunto, hice estas letras con el nombre del protagonista en color blanco. Las pinté con brillo plateado para que destacaran ligeramente del fondo blanco.
Espero que el pastel estuviera a la altura de la ocasión. En los próximos días lo sabremos.
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