Para el cumpleños de Xènia su madre, una compañera de trabajo, me pidió unos "cake pops". En realidad quería unos más serios para los adultos, y otros más infantiles y divertidos para los niños. Hoy os traigo los primeros. Son éstos.
El color dorado está aplicado con un pincel de maquillaje y polvos dorados. En unos segundos, el polvo se adhiere al chocolate y el resultado es un oro viejo fantástico. Las flores están hechas con pasta de modelar y enganchadas con un punto de chocolate negro.
Y el lazo no podía ser de otro color que chocolate. El conjunto quedó serio y elegante, en contraste con los "cake pops" super coloridos que iban en la mesa infantil.
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